lunes, 23 de diciembre de 2013

¡A disfrutar de la Navidad!


Ahora que estamos a unas horas de nochebuena, es buen momento para prepararnos para las fiestas. Mañana será esa primera noche a la que seguirán las comidas de Navidad y Reyes, así como también las cenas de nochevieja y otras vísperas que proceda. Debido a lo especial de estos días, podemos aprovecharlos para que sean mejores que nunca en lugar de arrepentirnos una vez que hayan pasado.

Me gustaría dar una serie de consejos o ideas que puedan ayudarte en este propósito y me quedaré a la espera de que sumes los tuyos porque me encantaría leerlos. Algunos de los que doy son genéricos y otros específicos para los días que rodean el cambio de año.


¿Cuál es tu situación personal?
No es un consejo ni una idea, sino una evaluación previa inevitable. Antes de saber cómo prepararnos para todos estos eventos hemos de ponernos en situación. Si tenemos algún tipo de alergia o enfermedad, sabemos que hay unos límites que debemos respetar para evitar convertir estos días en una tortura. Piensa aún así en disfrutar. La palabra "restricción" debe convertirse en "opción" y de ahí a "disfrute". No dejes que un límite sea una frustración, sino la razón que te permita recorrer otro camino. ¿Diabetes? Olvida el turrón y disfruta de unos frutos secos. ¿Malestar estomacal? Mal día para que esto ocurra, pero una ocasión perfecta para preparar un caldo de pollo reconfortante y cambiar el "pues vaya putada, ¡en estas fechas!" por "Navidades originales". Y piensa en las risas cuando más adelante veas las fotos de la comilona con el caldo de pollo. Siempre hay forma de hacer que algo sea positivo.


Comiendo fuera de casa
Probablemente esta sea la situación más difícil de encarar. Ante la avalancha de postres neolíticos, ofrécete a llevar alguna receta que elabores previamente. Puedes probar con los polvorones del otro día. También puede ser buena idea preguntar qué habrá de menú por si fuese necesario llevar algo más, pero sin pasarse, que lo importante es disfrutar. Céntrate en hacer relaciones sociales, hablar con la gente que hace tiempo que no ves y en mantener una actitud positiva. Antes de que te dés cuenta todo habrá acabado, así que aleja tus manos de alimentos que te van a sentar mal y úsalas para abrazar, compartir, enseñar y comunicar con lenguaje no verbal.


Comiendo en casa
Como defensor de los platos sencillos, me parece imprescindible resaltarlos aquí nuevamente. Si te ha tocado preparar el menú para alguna de estas comidas o cenas, es un gran momento para simplificar. Hacer las cosas sencillas es muy importante. Estos días tendemos a preparar cincuenta platos, varios mariscos de distinta clase e infinitas variedades de turrón y otros dulces. Te recomiendo también los polvorones publicados recientemente. En cuanto a qué preparar, me encanta optar por carnes asadas con verduras. Además de que encajan con la celebración, a todo el mundo le suelen gustar. Si no te atreves con el cordero, otras opciones pueden ser más sencillas. El pollo al horno se prepara muy fácilmente y el resultado es siempre bueno. Acompaña el ave con unas verduras troceadas en la misma fuente. Para beber elige agua y té aunque un poco de vino también vendrá perfecto para acompañar. Insisto, un poco.


Socializa
Lo decía más arriba pero vuelvo sobre ello porque es importante aprovechar estas ocasiones. Esta es realmente la razón de todos estos eventos. Relaciónate con tu familia, amigos, o incluso recién conocidos. Habla, escucha, ríete, haz fotos, atiende a los demás y juega. Fíjate en cómo actúan los niños si hay alguno alrededor, ya que son los protagonistas reales y siempre nos enseñan algo.


Mantén una actitud positiva
Suena mal decir que tenemos que ser felices porque sí durante estos días. La realidad es que deberíamos ser felices casi siempre, y más aún cuando las circunstancias lo permitan. Con mantener una actitud positiva me refiero más al tema de la comida. Es peor comer algo "bueno" con una actitud "mala" ("esto me va a sentar mal") que al revés. De nuevo, disfruta. Maneja tus límites, pero disfruta.


Felicita y agradece
Parece que aquello de "feliz Navidad" es una muletilla sin importancia. Esta idea no me gusta nada. Cada vez que digo "feliz Navidad / año / cumpleaños / ..." intento darle sentido, decirlo de verdad y no de manera automática. Creo que así es mejor para ambas partes porque ese pensamiento también me hace sentir bien, esperando que realmente esa persona sea un poquito más feliz. También es importante agradecer, con palabras y con hechos. Los regalos que nos hacemos son una muestra física de agradecimiento (te regalo algo porque estoy agradecido de que formes parte de mi vida).


Crece
Si tienes vacaciones, este es un gran momento para expandirte. Como el clima no acompañará para otras actividades, estos días me gusta leer más y ver vídeos o películas de divulgación, de temas que me interesan. Seguramente aprovecharé la noche de fin de año para estar en vela aprendiendo un poco más. Hace años que no me interesa salir en nochevieja pero sí que el cambio de año puede tener un significado diferente si así uno lo quiere. Las fiestas también pueden servir para poner orden en ciertas tareas o proyectos.


Muévete
Dentro del contexto de socializar podemos añadir los juegos u otras actividades físicas como dar un paseo acompañados, enfundados en gorros de lana y chaquetas enormes. Si vas a hacer deporte, y previendo la gran ingesta que vendrá, es mejor que lo hagas antes que después. Si primero entrenas (sobre todo ejercicios de alta intensidad) es recomendable que esto sea un poco antes del consumo de alimentos. Así se refuerza el ciclo de recompensa (haces deporte y luego te das el capricho del banquete), se rellenan los depósitos de glucógeno recién vaciados y se consigue no llegar con tanta hambre a la mesa.


Un pequeño truco
En lugar de estar todo el día sin comer para compensar las calorías posteriores, es mejor tomarse dos buenas cucharadas de aceite de coco 15-30 minutos antes de comer, para activar el proceso de digestión y a la vez dar la señal de "empiezo a saciarme". Funciona. Y no te frustres al final si te has pasado e intenta volver al camino correcto cuanto antes.


Cuidado con lo que dices
Si el resto de comensales no conocen tu dieta o tienen preguntas, es mejor reservarlas para el final de la cena. Recuerda lo expuesto más arriba acerca de comer con la actitud adecuada. No querrás que te estropeen la comida ni tampoco que los demás miren a su plato preguntándose por qué han puesto esa salsa cargada de omega-6. Ni hay que ser exagerado, ni tocar ciertos temas estando a la mesa. Los enfados podrían llegar fácilmente y no es lo que queremos.


Un día es un día
Si dentro de tu historia caben un trocito de turrón y un bizcocho, adelante, a por ello. Vuelvo de nuevo con lo importantes que son los límites, pero también su flexibilidad. Si en las fiestas no eres un poco flexible, ¿cuando lo serás? Vivimos en un mundo cargado de infinitas opciones y, aunque muchas no sean saludables, tampoco lo es para muchas personas resistirse al 100%. No te vuelvas loco/a, eso es todo.


Por último, tal y como decía arriba, quiero pedirte que si deseas añadir algo más, te atrevas a dejar unas líneas en los comentarios. Estaré muy agradecido por ello.

Feliz Navidad. De verdad.

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