martes, 6 de agosto de 2013

Vacas de laboratorio


Veía esta noticia hace ya unos días pero ha vuelto a pasar ante mis ojos varias veces y cada vez me preocupa más.

¿Qué ocurre cuando el ser humano juega a ser un dios? Generalmente, la caga. Suele hacer cosas que acaban perjudicando. Que nadie me malinterprete, soy hombre de ciencias y me encanta la tecnología, los cacharros, la investigación e incluso las ecuaciones, las gráficas y las hojas de Excel. Pero una cosa es usar instrumentos para mejorar y hacer la vida más fácil y otra cosa es manipular la naturaleza porque creemos que sabemos más que ella.

Cuando empezaron a aparecer los transgénicos, ignorante de mí, los apoyaba. Sí, una modificación controlada que salvaría vidas, aumentaría cosechas y optimizaría recursos. Esa gente hizo muy bien su publicidad y durante un tiempo me lo tragué. Insisto en que no somos dioses y por mucho que modifiquemos un solo gen, no sabemos en realidad todo lo que puede acarrear, por muchos estudios que haya detrás. Me recuerda al caso de las vitaminas, que cuando se toman en forma sintética (siendo aún así químicamente iguales a las de la naturaleza) no son igual de efectivas. Es una buena señal de que no podemos hacer las cosas como nos dé la gana.

Otro caso, fuera del tema de la alimentación, es el de la energía nuclear. Es absurdo que en lugares con energías renovables accesibles se siga apostando por el uranio. Aunque los controles sean 100% seguros los accidentes ocurren y esos residuos nucleares en sus cementerios no me dan muy buen rollo. Y por mucho que digan que en una serie de años pierden su radiactividad, no acabo de creérmelo.

Pues ahora, volviendo la noticia, lo hemos vuelto a hacer. De los creadores de homo sapiens llega el homo fuck yeah (también conocido como homo 2.0). El homo fuck yeah sabe más que su abuela pero menos que sus hijos y está en proceso de aprenderlo todo como en Matrix, con un enchufe pegado al cuello. Este homo fuck yeah, que sabe más que la naturaleza, más que Zeus (el de la Sara Montiel no, el del rayo), y más que Madonna y Kylie, ha hecho una hamburguesa en un laboratorio. No, no me refiero a que se haya preparado un almuerzo recalentado, sino que ha hecho un "cacho carne" a partir de células madre. Esto es como si pones una semilla en una maceta y acaba saliendo una planta. La diferencia es que lo de la planta es natural.

Me da igual si quieren hacer hamburguesas por lo del hambre en el mundo, si lo hacen por diversión, porque son veganos o si fue la típica apuesta de "a ver si tienes huevos". No me parece que se pueda defender.

Mi gran pregunta es: ¿y los micronutrientes? Según el gráfico le añaden "nutrientes", así como algo genérico. "Paco, échale ahín el multicentrums al filetaco que está junto a los geranios". Cualquier corte de carne difiere de otras partes del animal en su composición, pero dentro de unos márgenes. Debe contener vitaminas hidro y liposolubles, y minerales. Deben ir en una composición que la naturaleza ha puesto ahí. Pero no solamente van aquellos compuestos que conocemos, sino que hay vitaminas que se han descubierto más bien recientemente (con lo que se podrían descubrir otras) y habrá miles de sustancias que ignoramos pero son necesarias.

Y lo de que le van a añadir grasa (supongo que será cuando salgan de la versión beta) me ha parecido super paleo. A ver si le hacen un megamix con aceite de coco y ya lo hemos clavao.

No sé si esta historia se parece más a la de Adán y Eva o a la de la multiplicación de los panes y los peces pero es muy bíblica y a mí me suena más al Apocalipsis. Los zombies llegarán pronto, que me lo ha dicho Alaska (la del salmón no, la de la "movida").


Imagen: elpais.com

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