viernes, 19 de julio de 2013

Regla 6. Duerme correctamente.


Después de todo lo hablado sobre el protocolo autoinmune, recuperamos un antiguo hilo: Hemos pasado el ecuador de las 10 reglas, llegando a la sexta, centrada en nuestro sueño.

En la actualidad no sólo dormimos pocas horas, sino que lo hacemos mal:
-Dedicamos demasiado tiempo al consumo de tecnología (internet, televisión) antes de acostarnos. Esto nos mantiene alerta hasta el momento de ir a la cama y nos aporta iluminación, interfiriendo con los ritmos circadianos naturales. De esta forma nos cuesta conciliar el sueño ya que necesitamos despejar la mente y permitir que nuestras hormonas nos induzcan al "modo de sueño".
-Nos acostamos muy tarde. Teniendo en cuenta lo ya expuesto en el caso anterior, hacemos que nuestro cuerpo se confunda, ya que algunos factores (falta de luz solar) se contraponen a otros (seguimos activos). Así nos puede ocurrir que nos sintamos cansados pero incapaces de dormir o, al revés, que tengamos sueño pero tengamos la sensación de que "aún es pronto".
-Nos levantamos a horas inadecuadas. Si tenemos la mañana libre o durante los fines de semana, acabamos por despertarnos muy tarde porque creemos que nos hace sentir mejor y nos parece absurdo madrugar si podemos elegir no hacerlo. La realidad es que nos despertamos cuando el sol lleva brillando unas cuantas horas y estamos fuera de sincronía con el ritmo natural. Esto realimenta el ciclo acostarse/levantarse tarde y finalmente pensamos que nuestro ritmo natural es, por ende, acostarnos tarde y levantarnos también tarde, sintiéndonos siempre cansados pero creyendo que estamos bien y que es lo natural. El caso contrario ocurre cuando madrugar es una obligación. Pero eso nos lleva al siguiente punto:
-Dormimos pocas horas. Estrés, preocupaciones, agendas, compromisos, ocio, familia, amigos, ese libro, aquella película, el último capítulo de otra serie... Hay infinidad de excusas para acostarse tarde. Tener que levantarse temprano es otro motivo para que durmamos menos de lo necesario. Ambos pueden combinarse o no, pero es muy frecuente que perdamos horas de sueño. Lo ideal, como ya sabemos, es dormir 8 horas al día, pero esta es sólo una referencia. Si llevas una vida muy activa, estás en proceso de crecimiento, sufres una infección o padeces un nivel elevado de estrés, necesitarás aumentar esta cantidad.

Mis abuelos se acuestan a las 10 de la noche y se levantan a las 7 de la mañana. Son el mejor ejemplo que conozco de respetar los ciclos del sueño. No usan despertador. Aunque durante el invierno hay muchas más horas de noche (y deberíamos dormir más, aunque parezca mentira) más o menos respetan este horario todo el año.

Anteriormente había dado ya unos consejos con respecto al sueño y al descanso en general. Debemos intentar hacerlo lo mejor posible. Quizás necesites una puesta a "cero". Aunque no sea lo más recomendable, puede servir para reanudar un ciclo saludable. Consiste en que un día duermas menos horas a propósito y te levantes a la hora que deberías hacerlo todos los días. Cuando te vayas a acostar esa noche, hazlo también a la hora que deberías acostarte siempre. A partir de ahí sería más fácil llevar un ritmo adecuado.

Como siempre, no es necesario que seas estricto/a todo el tiempo y a nadie le sienta mal salir de juerga alguna vez, ponerse un maratón de "El Señor de los Anillos" o hacer una fiesta de pijamas. Simplemente no dejes que formen parte de tu rutina y disfruta del sueño como algo saludable, necesario y reconfortante. Tampoco debes preocuparte si alguna noche no eres capaz de dormir bien o te despiertas por algún motivo. Si ocurre porque algo te preocupa, apúntalo para sacarlo de tu cabeza. Si te sientes totalmente despierto/a también es normal, date un rato de actividad, no te fuerces a dormir. Un poco más tarde acabarás por conciliar el sueño.

Recuerda que lo ideal sería acostarse y levantarse siempre a la misma hora. El cuerpo funciona mejor con una rutina. Y si pudieses levantarte sin despertador, mejor aún. Si en alguna ocasión ves que puedes necesitarlo, toma una pequeña siesta y te despertarás con las pilas puestas. Personalmente no me sientan bien las siestas y hace años que no duermo por las tardes. Sin embargo sí suelo llevar patrones de sueño regular, hasta el punto de que si algún día casi no duermo, al día siguiente me encuentro bien. Parece que es una especie de inversión en uno mismo. Me encanta.


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