lunes, 28 de enero de 2013

Tonight we are young

Nos hemos resignado a que a partir de los veintipocos años empiezan los achaques y el declive de la juventud. A partir de los 25 años salen las primeras arrugas y antes de los 30 es casi obligatorio tener una barriga cervecera. Lo que antes se quemaba por sí solo, ahora es un cinturón de grasa alrededor del ombligo. Pero aún nos queda el doble por vivir de lo que todavía ha transcurrido. ¿Estamos dispuestos a aceptar este declive? ¿Es realmente sano? Fijémonos en los animales. En el caso de un gato, ¿se empieza a hacer viejo a los 5 años? Y estamos hablando de un animal doméstico, que no tiene los peligros o el desgaste de la vida salvaje. Sin embargo consideramos que nuestra especie, esa que tenemos por superior, se puede permitir esta cuesta abajo. No es una fase de mantenimiento, sino de caída.

Es verdad que todos los hábitos influyen. Dormir mal, fumar o pasarse muchas horas frente al televisor o el ordenador, son males comunes que pueden agravar cualquier causa. Sin embargo, si repasamos nuestra dieta, vemos que la alimentación tampoco suele ser correcta. El no dar al cuerpo lo que necesita es también una forma de hacerlo envejecer. Así, termina por cansarse de sacar el máximo rendimiento a lo que le aportamos y empieza este proceso. Mientras somos jóvenes el cuerpo hace todo lo posible por crecer y es más difícil que algo le siente mal. Está más preparado y es más eficiente a nivel metabólico-hormonal. Durante la pubertad todos hemos abusado de la comida basura y a casi nadie le ha causado problemas. Lamentablemente, como hemos dicho, esto acaba pasando factura a largo plazo. Imaginemos una casa que limpiamos todos los días pero también la ensuciamos. Si el ritmo de la primera acción es ligeramente inferior al de la segunda, acabaremos viviendo algún día en un vertedero. ¿Quieres que tu cuerpo se convierta en eso? En la naturaleza las cosas no dependen tanto de las matemáticas; lo importante es quedarse con la idea.

Esta noche me voy de fiesta. Sí, a golpe de lunes. Es la fiesta de la empresa, en una discoteca de Londres. Bebidas y comida gratis. Como suelo decir, habrá que darlo todo. La comida que habrá no será de dudosa calidad, sino directamente lo peor (perritos calientes, básicamente). La bebida, depende de cada uno lo que elija entre las opciones del club. Supongo que, como es habitual en mí, no beberé nada de alcohol. O sí. Quién sabe. Como suelo ser un chico bueno el 99% del tiempo, nos sé que pasará hoy, pero tampoco me preocupa. Lo que sí sé es que me lo voy a pasar en grande in the mix. También hay que vivir los momentos neolíticos. Tonight we are young.

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